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Empresas y coronavirus: “Ya tenemos que hablar de protocolos internos”

El reconocido médico Carlos Regazzoni expuso en la CAC sobre el impacto del brote en lo económico, lo político y lo social. Previamente brindó una entrevista en la que dio certezas y sugirió acciones para las compañías.


El coronavirus impregnó todos los ambientes. Lo hizo desde lo discursivo y fue por ello necesario dar con especialistas que clarifiquen el panorama que podría tener a nivel global y en la Argentina, tanto desde el ámbito de la salud como en lo económico, lo político y lo social.

El médico y político Carlos Regazzoni, coordinador del Comité de Salud y Seguridad Humana del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), asistió el jueves 5 de marzo en la CAC a una reunión del Comité de Salud del BIAC (rama empresarial de la OCDE), para dar detalles del coronavirus, informar sobre su impacto en los negocios y dar recomendaciones. Previamente fue entrevistado y aportó datos desde su vasta experiencia en el campo de la medicina y políticas públicas.

“Lo importante es que estamos ante una infección de un virus respiratorio. Tiene una dinámica propia, una complejidad propia y es una entidad en sí misma”, dejó en claro antes de desglosar los puntos que distinguen al Covid-19 de otros brotes de la familia de los coronavirus (junto a los síndromes del Sars y el Mers).

El primero de los mitos que derribó fue una de las versiones de tinte “anti China” (como se denominó a una de las primeras tensiones difundidas). “Lo de la sopa de murciélago es todo mentira”, disparó, y aportó lo que podría ser el origen de la epidemia: “El coronavirus es un virus que vive en diferentes mamíferos. Suele tener su reservorio en especies de murciélagos pero también en camellos. Viven en Medio Oriente o en el sur de China y también en Oceanía. Ese coronavirus a veces puede pasar a animales de granja o salvajes. En este caso el virus mutó, pasó a un animal salvaje que no se sabe cuál es. Para que pase al ser humano tiene que mutar otra vez y pasar a una especie intermedia. Y eso fue lo que ocurrió”.

Al ser consultado por las acciones que se deben realizar ante casos confirmados, el especialista señaló: “Por una dinámica compleja de la propia epidemia, el único tratamiento efectivo que hay para que no muera más gente es distanciar socialmente a las personas. Que un individuo tenga contacto con menor número de personas todos los días. Todos tenemos que tener esa condición cuando hay una epidemia. Cuando lleguen a la Argentina, si es que llegan, tendremos que ver a menos gente por día porque si no la probabilidad de contagio aumenta. El distanciamiento social es obligatorio. Cuando aumentás la cantidad de virus en el espacio, la probabilidad de contagiar a gente vulnerable que son los ancianos, los inmunocomprometidos y los insuficientes renales, es mayor. Entonces la mortalidad va a ser altísima”.

Ya tenemos que hablar de protocolos internos. Un caso no es peligroso, pero cinco sí y automáticamente hay que activar todos los sistemas”, advirtió. En sintonía con este pedido y mirando hacia el sector Comercio y Servicios, Regazzoni afirmó: “Me parece que sería muy prudente que las empresas en Argentina se pongan de acuerdo y empiecen a desarrollar un programa de home office, para empezar”, aunque destacó que este tipo de medidas deben adoptarse en línea con las directivas del Ministerio de Salud. Señaló que también es necesario que “un plan consciente, bien asesorado con socios, comerciantes y empresarios, actuando de común acuerdo con un plan establecido, sería muy bueno para lograr que la economía no se pare, no se detenga, en el momento del coronavirus”.

Regazzoni también se refirió al impacto que podría traer aparejado el brote en la economía, advirtiendo una posible baja del producto bruto interno mundial de entre 0,5 puntos en el mejor de los casos, y de 1,5 en el peor, para países como China y Estados Unidos. En tanto que para Latinoamérica y África podría superar los 2 puntos.

Por último, el entrevistado sostuvo que “una epidemia es también una crisis pública y como tal tiene un componente de manejo que escapa a lo estrictamente sanitario y tiene que ver con el mantenimiento del orden público, de la economía, de las fuerzas de seguridad”.

Se adjuntan recomendaciones para la prevención de infecciones respiratorias en empresas y organismos con atención del público, emitidas por el Ministerio de Salud de la Nación.

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