Para estar a la altura de las exigencias del consumidor, los comercios tradicionales incorporan innovaciones diseñadas para generar experiencias satisfactoria.
Los consumidores han mutado. Hasta hace poco sólo participaban en las ultima parte del proceso de compra. Ahora se involucran desde la concepción del producto o servicio. Son poco fieles están hiperconectados, quieren inmediatez en la respuesta y buscan emociones. Por eso es clave modificar las antiguas concepciones relacionadas con el proceso de comercialización.
Las tiendas físicas en su formato tradicional están atravesando un periodo de transformación. Deben hacerlo para atender al nuevo perfil de consumidor que demanda una experiencia diferente. Es una evolución necesaria para satisfacer y seguir atrayendo a un público cada vez más exigente. En definitiva, para seguir siendo competitivas.
Actualmente los locales se convierten en espacios interactivos que fusionan la experiencia online y offline, ya que lo físico y lo digital interactúan antes, durante y después del proceso de compra. Resto se refleja en el tiempo de relación que los consumidores establecen con el comercio, algunos investigan online y recogen el producto en el comercio.
Estos nuevos hábitos que se desarrollan en el entorno comercial vigente, se reflejan en dos conceptos: por un lado, el ROPO (Research Online, Purchase Offline), es decir búsqueda que finaliza con una compra presencial. Por el otro, el Showrooming, por el que compra online despues de haber visitado la tienda fisica.
Los espejos interactivos y los probadores inteligentes, son innovaciones que empiezan a aparecer en algunas tiendas. Son herramientas que permiten al usuario sumergirse en una personalización que se sincroniza con el resto de experiencia de compra a través de la omnicanalidad . Es decir, que exista una experiencia homogénea en todos los puntos que generan interacción con el cliente.
Por estos motivos, la tienda física adquiere un nuevo rol de Showroom, un espacio de encuentro y asesoramiento que aúna lo sensorial, lo social y lo digital, haciéndolo todo parte de un único proceso. En definitiva, haciendo que los clientes se sientan único.
Tiendas Inteligentes: Una tienda inteligente nunca deja de aprender. En ella, la interacción con el usuario es fundamental y hace que la tecnología instalada se convierta en un factor diferencial.
Se complementa con el trato habitual cara a cara y logra conocer a los clientes con mayor profundidad, les ofrece una mejor experiencia y una atención personalizada en esa y en las próximas visitas.
¿Como debe ser la tienda del futuro?: En la tienda del futuro debe primar tanto la experiencia del cliente como la eficiencia. Es importante conocer quien es nuestro cliente y que necesita para poder ofrecerle un momento único y personalizado cuando visita el local.
Habrá pantallas interactivas que cambian en tiempo real mostrando las ofertas y promociones; cuantas personas y mapas de calor para contabilizar las visitas y conocer que secciones son las mas visitadas; wifi para interactuar con los clientes e indicarle donde pueden encontrar lo que buscan.
Tambien seran claves las experiencias sensoriales generadas, con música, luces y aromatización. El marketing de proximidad, gracias al Bluetooth o el wifi, hacen que el cliente reciba promociones personalizadas.
Otras innovaciones; espejos interactivos para que el cliente vea como le queda la prenda sin necesidad de probársela; pagos sin pasar por caja a través del celular gracias a la tecnología incluida en el producto; tótems a la salida para evaluar el proceso de compra.
Fuente: Nucleamiento Empresarial Noroeste Bonaerense
