Se hace muy difícil expresar los sentimientos que genera una noticia tan triste como la de la reciente pérdida de un colega, un trabajador incansable, un comerciante de ley, un valuarte del trabajo gremial empresario local pero más importante aún, una excelente persona, un amigo, parte de nuestra familia.
Cualquiera que haya tenido el privilegio de conocerlo y de trabajar junto a él podría enumerar por que lo consideró así, un honor.
Titular de un comercio tan tradicional como Bonafide en pleno centro comercial de Adrogué fue representativo de las excelencias de esa casa comercial en la cual transitó su vida tanto como empleado, así como dueño de una de sus franquicias, donde pudo transmitir el profundo conocimiento del rubro, sus resortes de funcionamiento y sus productos.
El diario dinamismo que le imprimió a todas sus iniciativas en la vida, entre las que podemos incluir su enorme tarea en la Sociedad Cosmopolita de José Mármol, y el cuidado de su familia para la que siempre estuvo en cada paso de su vida, fue su marca distintiva.
Osvaldo ocupó la presidencia de la CACINAB en dos periodos y otros cargos a lo largo de más de 30 años en los que pudo transmitirnos su visión, su perspicacia, la pausa de la sabiduría que solo se gana con los años de la experiencia, su pujanza que no se detenía ni con el paso de los años, ni con los achaques que este contrae, ni con las dificultades en su emprendimiento o en su vida privada. Es bajo su presidencia que se concretaron muchas iniciativas para el bien de la Entidad y la Comunidad que perdurarán el buen nombre que ha sabido ganarse.
En la intimidad de nuestra Comisión Directiva y la Gerencia, sus pares y colaboradores pudieron expresar hermosas palabras ante la noticia de su desaparición:
«Un ser humano maravilloso y cálido».
«Una gran persona, un gran hombre. Voy a extrañar encontrarnos y darnos un abrazo fraternal cuando nos cruzábamos en Esteban Adrogué».
«Que dolor inmenso ante la perdida de un hombre increíble. Voy a extrañar nuestras charlas, sus consejos, su sabiduría y calidez».
«Fue y será un «Tío Querido» de todos, la representación de la persona comprometida con la Institución.»
«No encuentro las palabras para expresar lo que vamos a extrañarlo».
«Cuanto respeto sentía hacia el. Un hombre simple, digno, un verdadero ejemplo que siempre estará vivo en nuestros recuerdos».
«Siempre seguirá vivo en nuestros corazones».
«Triste….muy triste, haremos lo posible por seguir su legado».
Con estas y muchas otras palabras que aquí no encuentra espacio, queremos honrar a este HOMBRE con letras mayúsculas.
Solo podemos expresarle a Elba, su esposa y compañera y a su hijo Ariel nuestro mas profundo pésame y el profundo agradecimiento por haberlo compartido todos estos años.
Querido Osvaldo, todos los que hacemos la CACINAB te expresamos que siempre estarás en nuestros recuerdos.
